El cristinismo va por Blaquier y Werthein
La persecución judicial contra Carlos Pedro Blaquier sería la punta del iceberg de la compleja crisis entre el cristinismo y sectores del establishment. El dueño del ingenio azucarero Ledesma fue citado a declarar en la causa que investiga delitos de lesa humanidad ocurridos en 1976 durante lo que se conoció como la “Noche del Apagón” en la localidad jujeña de Libertador General San Martín, en la que trabajadores, estudiantes y profesionales fueron torturados y asesinados por fuerzas de seguridad y capataces de la compañía, según la denuncia radicada en la justicia provincial. El juez federal subrogante Fernando Poviña prohibió la salida del país a Blaquier, quien deberá declarar el próximo 18 de mayo, y ordenó la detención de los cuatro policías que habrían actuado durante la “Noche del Apagón”. A todo esto, Blaquier se habría refugiado en Sudáfrica y optaría por quedar prófugo, lo que podría dar inicio a la batalla por su extradición y a un escándalo internacional. El conflicto en marcha tendría en realidad mucho más que ver con la actual lucha por el poder que con la violencia política de los ‘70. Blaquier es la cabeza de un influyente grupo de presión que se reunía en su residencia de La Torcaza. El mismo figuraría registrado en la masonería local con el hermético nombre de Logia Roque Pérez 482. El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, formaría parte de este selecto núcleo y entre los invitados más frecuentes a los almuerzos de la logia se contarían Julio de Vido y Amado Boudou.
En estas tertulias se habría pronosticado un mal desenlace de la actual política económica y hasta algunos comensales se refirieron a la conveniencia de apoyar a Boudou como reaseguro institucional. La SI (ex SIDE) estaría desde el año pasado monitoreando la evolución de estas reuniones que, en la interpretación de algunos allegados a la presidente, podrían ser el embrión de un proyecto de conspiración. El caso es que cuesta creer que la citación judicial a Blaquier no tenga relación con la trama empresaria-político-judicial que aquél tejía y con la paranoia reinante en Olivos. Pero también estarían bajo la lupa del gobierno una docena de empresarios logiados. Uno de los más significativos sería Adrián Werthein, dueño, por ejemplo, del 50 por ciento de C5N y vicepresidente de Telecom Argentina. El 25 de marzo pasado, Werthein sufrió junto a su esposa un extraño secuestro express que en medios empresarios se relacionó con las presiones oficiales dirigidas a convencer a Daniel Hadad para que le vendiera su multimedios a Cristóbal López, operación que se concretó finalmente la semana pasada. Otra versión señala que la participación de Werthein en la logia de Blaquier le vendría ahora como anillo al dedo al gobierno, que lo presionaría para que le venda a López sus acciones en C5N. Dos años atrás, Néstor Kirchner jugó fuerte para desplazar a los Werthein de su participación en Telecom. La operación, que finalmente se frustró en parte por la muerte de Kirchner, apuntaba a que la familia Werthein vendiera su participación en Telecom a Cristóbal López, Ernesto Gutiérrez, de Aeropuertos 2000 y amigo personal de Kirchner y David Martínez, un ex socio del Grupo Clarín en Cablevisión, hoy alejado de la empresa. Ahora, el cristinismo volvería a presionar fuertemente a los Werthein. La actual operación de inteligencia sobre Blaquier y sus amigos también incluiría, por ejemplo, a otro de los miembros del grupo, Gustavo Cinosi, uno de los concesionarios del Sheraton Pilar, de estrecha relación con De Vido.
Los caminos de la investigación
En uno de los recientes allanamientos judiciales realizados en Jujuy en el marco de la investigación de “la Noche del Apagón”, la justicia habría secuestrado archivos informáticos conteniendo investigaciones realizadas recientemente por una consultora americana dedicada a la inteligencia empresaria. Varios miembros del gobierno estarían entre los investigados. Según trascendió en fuentes de inteligencia, los sabuesos de la SIDE vendrían rastreando desde largo tiempo atrás las vinculaciones entre Blaquier y la represión en el NOA en el período ‘76-79. Pero también habría dado excelentes resultados el seguimiento del coordinador de la logia, el ex teniente de Corbeta Rafael Alonso, ex operador durante el proceso militar del Centro Piloto de la Armada en París y compañero de promoción de varios oficiales sentenciados en la causa ESMA. Curiosamente, Alonso es hoy un alto funcionario del gobierno cristinista, ya que ocupa la vicepresidencia del ente regulador de aeropuertos, el ORSNA. A ese cargo llegó recomendado por De Vido, que habría recibido a su vez un pedido especial del empresario azucarero. Así es que las pesquisas sobre este último se habrían nutrido de las infidencias telefónicas de Alonso, cuyo exhibicionismo es conocido, al punto, por ejemplo, de haber falsificado parcialmente su curriculum, al mejor estilo de Daniel Reposo. Pese a sus funciones oficiales, Alonso habría sido el año pasado el coordinador del aporte de 3 millones de dólares que Blaquier le habría hecho a la campaña presidencial de Eduardo Duhalde. En las últimas semanas, mientras avanzaba la investigación judicial contra Blaquier, desde La Cámpora habrían empezado a reclamar la renuncia de Alonso, que sería inminente.
Siempre según lo trascendido, este ex marino tendría además otra función clave, servir de enlace entre Blaquier y Lorenzetti. La presidente, por su parte, habría estaría desconfiando cada vez más del presidente de la Corte. Y habría quedado particularmente disgustada por las recientes declaraciones de aquél objetando la conveniencia de la reforma constitucional.
La actual ofensiva contra Blaquier sería entonces apenas el comienzo de una operación mucho más ambiciosa para doblegar a un amplio sector del establishment al cual el gobierno tiene bajo sospecha.
FUENTE: Alexis di Capo/El Informador Público
